miércoles, 2 de febrero de 2011

La aventura de salir de compras un sábado cualquiera

"Necesito una remera linda, voy a salir esta noche y quiero estrenar algo"

Esa suele ser mi motivación al momento de salir a comprarme algo de ropa, y el sábado pasado me embarqué en la travesía.
 Yo le pongo onda aunque a veces parece que se conspirara en contra de la gente que va con una sonrisa en la cara...

Voy al centro y empiezo a caminar y ver vidrieras. La ropa es la misma en todos los locales, con leves diferencias pero es el mismo tipo de remera, mismo corte, misma tela, mismo estampado.

"Bueno, tal vez no hay nada novedoso pero sin dudas voy a estrenar algo lindo"

Entro a un local y pido probarme una remera. Me queda mal, muy apretada.
La vendedora me mira con cara de nada y me dice que son todas las remeras talle único por lo que no puede ayudarme.
Le pregunto si tiene prendas por talles y me muestra una pequeña selección de remeras de señora en la parte de atrás del local, medio escondidas.
No es lo que busco.
Sigo con onda y me voy a otro local a probarme otra prenda. La vendedora me alcanza una remera exactamente igual a la anterior pero con una etiqueta diferente, la pruebo y no me entra y de nuevo es tiempo de seguir adelante.

Repito esta operación varias veces hasta que me empiezo a frustrar.

Sigo con ganas de estrenar algo pero paro la recorrida y me voy a un café, necesito un poco de cafeína para pensar con claridad. Estar sentada en el café me hace acordar a cuando salíamos con mi abuela, íbamos a la tienda Los Gallegos y después de hacer las compras nos tomábamos un tostado con un jugo de naranja en la cafetería de la tienda.

Paso por la tienda. La parte que todavía es la tienda no ofrece ropa muy linda pero tiene unos trajes de baño en liquidación que están re buenos. Me llevo una malla enteriza strapless en rojo con el escote retorcido, como las de los años ´40 que me queda muy bien y sigo recorriendo. Ahora la tienda es el shopping que se  dividió en locales de ropa con más de lo mismo pero me acordé de otra tienda a la que solíamos ir, Famularo.

Voy. Esta tienda, si bien tiene un target de señoras de más de 50 años, ofrece gran variedad en sus prendas, y la existencia de talles en sus modelos. La recorro un rato y finalmente me llevo un top básico en gris y una remera de encaje para usarlas superpuestas. Gasté la mitad de lo que hubiese gastado en un local "de moda".
Voy al paseo de los artesanos y me llevo una cartera de cuero toda labrada, re linda.

Volví con un traje de baño (?!), dos remeras y una cartera y no me excedí en mi presupuesto; y aprendí un par de cosas (que en realidad ya las sabía):
--- cuando empieces a frustrarte, pará y acordate de un momento feliz y no traumatizante en tus previas experiencias de shopping.
--- dale una oportunidad a las tiendas "de señoras" y capaz que te tropezás con una sorpresa como el traje de baño a un precio muy bajo.

 Y para los locales de ropa: pongansé las pilas con los talles y los modelos, decir que tienen talles para todas pero no de los mismos modelos no es honesto.

1 comentario:

  1. Hola Alba... Aqui tu primer comentario (con muchos errores porque el español no es mi lengua materna). Felicidades con tu nuevo blog. Soy un gato y me llamo Avalon. Soy la estrella de mi propio comics en internet y de vez en cuando juego en pelliculas de terror. Si vas a ir de compras no olvides de comprarme un poco de pollo, por favor :-)

    ~Avalon Lion, http://avalon-lion.blogspot.com

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